Si no tenéis ninguno en casa no tardéis en conseguirlo, porque este complemento promete dar que hablar esta temporada. Y eso que es un artículo que de forma discreta siempre nos acompaña en casi todas las colecciones, cambia el tamaño, cambia el estampado, cambia la colocación -en el cuello, en la cintura, en el bolso, en la coleta...- pero es un producto de fondo de armario casi imprescindible.
Yo todavía recuerdo la época en que empecé a trabajar en un bufete, que había que ir con traje y camisa, conjunto aburrido allá donde los haya, pero con los pañuelos conseguía darle un aire diferente ¡la magia de los complementos!
Elle |
Hoy mismo llevo uno, pero un poco menos serio de aquellos que usaba, porque las florecillas y los mini pompones hubieran sido un poco "demasié" para el ambiente rígido de los despachos.
En esta temporada los pañuelos que triunfan son los pequeños, que apenas llegan para anudar al cuello, pero que quedan estupendos para usar como diadema o alrededor de la coleta.
Elle |
Como siempre os digo,si tenéis algún retal por casa, como tampoco se necesita mucha tela, os lo podrías preparar vosotras mismas. Bastaría hacerle un pequeño dobladillo, o si tenéis máquina de coser un pequeño pespunte o zig-zag, puede que jugando con los colores de los hilos para que sea contrastado. Un consejo, mejor si la tela está cortada al bies, que ya sabéis que cede más.
The Luxonomist |
Por supuesto -y como con cualquier complemento- la gracia es darle tu propio aire, y aprovechar tus habilidades (o algún maravilloso tutorial, que hay muchos en la red) para sacarle el máximo partido. Si tienes uno de esos días de bad-hair es el momento perfecto para reinventar la forma de utilizarlo, y no te limites a la típica diadema, aprovecha para hacerte un turbante, o un look pin-up, o también una trenza, pero dándole un toque diferente entrelazando un pañuelo
Tener malospelos no quiere decir que te presentes como Mafalda recién levantada, intenta sacarle partido gracias a los complementos, ya sean los pañuelos, ya sean horquillas grandes, o también coleteros. Si además ese día nos maquillamos un poco -ya se sabe que los labios pintados son una actitud- saldremos de una situación en la que la única salida podría parecer ir directas a la ducha.
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